¡Tranquilo! No lo estás haciendo mal

Seamos honestos, la crianza de niños con altas capacidades puede resultar bastante complicada. Los días pasan y sentimos que las cosas simplemente no suceden como uno lo espera. A eso le sumamos nuestro inevitable comportamiento de compararnos con otras familias, sobre todo aquellas a las que vemos en redes sociales.

Pero… al igual que el título de esta publicación, solo puedo decir: ¡Tranquilo! No lo estás haciendo mal, y te explicaré por qué lo pienso así.

Ese sentimiento de culpa

Ante el escenario descrito al inicio, lo primero que normalmente hacemos los padres es preguntarnos ¿Qué estoy haciendo mal?.

Pensamos que nosotros somos los culpables de cualquier situación de esta índole. Sabemos que nos esforzamos pero no vemos resultados, entonces la única respuesta que vislumbramos es que no estamos haciendo las cosas bien, que como padres, es nuestra culpa que nuestros hijos se comporten como lo hacen y que deberíamos haber hecho las cosas diferentes desde el inicio. Por supuesto, nos preocupa que ya sea demasiado tarde para realizar cualquier corrección en nuestra forma de criar.

Un esfuerzo… ¿en vano?

Sin embargo, a pesar del agotamiento, no desistimos y continuamos dando lo mejor de nosotros con la esperanza de que las cosas mejoren en algún momento.

Consultamos con otros padres, leemos libros, investigamos en internet, seguimos cuentas en redes sociales relacionadas con crianza de niños, hacemos cursos, entre otras cosas. Algunas estrategias aprendidas funcionan… por un tiempo. Otras ni siquiera causan un pequeño impacto.

Entonces, nuevamente, comenzamos a pensar que el trabajo de padres es demasiado para nosotros. Que por mucho que nos esforcemos, todo es es vano ya que no observamos los resultados que quisiéramos.

No lo estás haciendo mal

Todo ese trabajo, ese esfuerzo, ese tiempo invertido, no es en vano. Cada pequeño conocimiento nos aporta más herramientas que, así sea un poco, nos están ayudando en esta labor de padres.

La diferencia radica en que, la gran mayoría de las herramientas y estrategias de crianza no funcionan de la misma manera en niños con altas capacidades, y puedo enumerar algunas razones:

  • La edad mental de nuestros hijos puede estar 4-6 años adelante de su edad biológica. Por lo cual, si tenemos un hijo de 8 años, seguramente tendrá una mentalidad de un adolescente. Por ende, estrategias de crianza para niños de 5-10 años de edad no funcionarán con él.
  • Niños (y adultos) con altas capacidades tienden a cuestionar todo. No harán algo simplemente porque se les diga. Ellos necesitan entender el por qué de cada cosa.
  • Estrategias comunes como “premio o castigo” no tienen el mismo efecto en niños con altas capacidades. Ellos necesitan negociar y llegar a acuerdos entre ambas partes.
  • Y otras razones, las cuales se tratarán en detalle en otra publicación.

A pesar de todo esto, no quiere decir que lo aprendido no sirva para nada. Al contrario, educándonos más sobre temas relacionados a las altas capacidades podremos adaptar las demás estrategias aprendidas en una forma que causen un verdadero impacto.

Así que, ánimo papá/mamá. No lo estás haciendo mal. Sólo toca enfocarnos en aprender cómo aplicar lo aprendido con nuestros maravillosos hijos.

Para finalizar quiero que recuerdes que:

La crianza sólo es difícil para los buenos padres

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